En la filmación participaron más de 50 personas y se utilizaron más de 40 vehículos, incluyendo camionetas y camiones, algunos de los cuales circularon sobre la playa y las dunas, a pesar de que el ingreso de vehículos está expresamente prohibido por normativas vigentes.
En el sector se han observado individuos de la especie de flora Astragalus trifoliatus o Garbancillo, en peligro crítico de extinción, así como la nidificación de aves playeras. La cuenta de Instagram del Santuario habría informado en primer lugar que la mayor cantidad de vehículos se estacionó en la zona de madrigueras del pequén (Athene cunicularia), un búho nativo que habita la zona sur del Santuario.
Nicolás Acuña, biólogo de la Universidad Católica e integrante de la agrupación Gota de Leche, mencionó que la mayoría de los vehículos no estaban sobre las dunas, pero sí observó que algunas escenas fueron grabadas sobre ellas y la playa. «Pero sí, lo que nosotros pudimos observar es que las grabaciones de esta nueva marca de autos eléctricos, es que básicamente consistía en tomar un camión de helado, creo que era, y repetir una y otra vez una escena de la camioneta arriba de la playa y de la duna «, afirmó.
Por el momento, Acuña comentó que no han realizado una evaluación sobre el daño que se puedo haber causado a nivel ambiental y ecosistémico en las dunas, ya que independientemente de eso la acción está prohibida. Dentro de la norma de nuestro país se establece en el Artículo 313° del Reglamento General de Orden, Seguridad y Disciplina en las Naves y Litoral de la República que está prohibido «entrar con vehículos y bañar animales en las playas designadas por la Capitanía de Puerto para baños públicos». Además, la Orden Ministerial M.D.N. (M) N° 2 prohíbe el ingreso y tránsito de vehículos en toda la costa del litoral de la república, sus playas, terrenos de playa, en ríos y lagos y demás bienes de competencia del Ministerio de Defensa Nacional.
La concejala Claudia Aracena fue quien fiscalizó por parte de la Municipalidad de El Tabo, ella llegó al lugar tras recibir denuncias ciudadanas y constató la presencia del administrador del terreno, Seguridad Pública y la Autoridad Marítima. «Pregunté en la municipalidad si se había otorgado algún permiso, y todas las direcciones me dijeron que no», aseguró. La autorización para este tipo de actividades debería ser solicitada primero ante la Capitanía del Puerto, bajo ciertas condiciones, y luego ante la Municipalidad, algo que no ocurrió en este caso. Sin embargo, desde la productora argumentaron contar con ella.